lunes, 1 de junio de 2009

El calentamiento global



La temperatura de la tierra está aumentando globalmente. Esto hace que, de a poco, el clima de nuestro planeta esté cambiando. Cada vez hay más días calurosos, muchas sequías, el nivel del mar va a subir y van a ser más frecuentes las lluvias tormentosas.
Todo esto va a llevar a grandes cambios en el mundo: algunas especies de animales y plantas van a desaparecer, habrá cambios en los ecosistemas, tendremos que racionar el agua y habrá problemas para producir alimentos. Pero ¿por qué se da este cambio climático?
Vamos a explicarlo sencillamente: el sol es la fuente principal de energía de la tierra; él le da su energía a la tierra y ésta la devuelve al espacio. Allí, la atmósfera (el aire) la devuelve a la tierra. Eso es lo que genera la vida. Pero los gases que producimos (por el humo de los autos, camiones, aviones, fábricas, etc.) se acumulan en el aire y almacenan allí el calor. Esto es lo que produce el calentamiento. Entonces, el calentamiento del aire se da porque hay gases (que se llaman de efecto invernadero) que absorben la energía de calor que emite la tierra, impidiendo que la libere al espacio exterior, que es donde debería hacerlo. Estos gases son el dióxido de carbono, metano, óxidos nitrosos y otros que se producen principalmente por la quema de leña, carbón, petróleo o gas. O sea, son los combustibles que se usan para hacer funcionar los autos y las máquinas. Y gran parte de estos gases permanecen en el aire durante muchos años, entre 50 a 200 años mientras la otra energía es absorbida por los océanos, la tierra y la vegetación.
El cambio climático, entonces, se produce por calor que rebota. Los hielos se deshacen. Cada día que pasa los daños al planeta son más y no van a ser menos. La naturaleza herida responde: el mar se nos viene encima, cada vez hay más huracanes que azotan pueblos y ciudades, lluvias furiosas que producen grandes inundaciones. Hasta los cerros se nos vienen encima. Los incendios de selvas y bosques se hacen más normales. La temperatura aumenta y hay sequías, lo que provoca que los cultivos se pierdan. Crecen los desiertos, cada vez más secos. El agua, que es el líquido valioso para la vida, cada vez tiene menos cantidad. Ya no se puede perder una gota de agua. Hay que cuidarla con más atención y de manera urgente y conciente. Tenemos que reutilizarla y recuperarla de la lluvia.
El planeta está agotando sus recursos, está llegando a sus límites. Cada día crece más la población del mundo y estamos agotamos sus recursos.
Otro grave problema es la destrucción de bosques y de selvas porque estos ecosistemas absorben el gas dióxido de carbono, que es el gas del efecto invernadero que más hay en el aire.
Esta es una amenaza a la inteligencia humana. Hay que cambiar la cultura y frenar el consumo. Entonces ¿qué podemos hacer nosotros? todos tenemos que ayudar a disminuir las emisiones de gases y estar preparados para las consecuencias. Si nuestros antepasados respetaban a la tierra ¿por qué no hacerlo nosotros?
Podemos ayudar sí:
- respetamos la regla de las tres “r”: reducir, reutilizar y reciclar.
- usamos solamente el agua indispensable, la mínima necesaria. 4 minutos son suficientes para un baño completo.
- andamos en bici, en vez de en auto, así hacemos ejercicio, no contaminamos y no hay stress! O podemos tomar el transporte público para que circulen menos autos por las calles.
- caminamos, es sano y hace bien al planeta.
- reforestamos bosques y selvas. Hay que cuidar la flora y la fauna ricas en biodiversidad.
- generamos menos basura, separando los desechos orgánicos para que regresen y alimenten a la tierra. Y es muy importante no quemar basura ni hacer fogatas.
- cambiamos los focos de luz por focos de ‘bajo consumo’. Así ayudamos a reducir el consumo de luz. La mayor parte de la electricidad se produce quemando petróleo (que genera los gases que se estancan en el aire y producen el calentamiento). El viento y el sol nos pueden darnos energía para calentar las aguas, alimentar casas e iluminar las ciudades.
- apagamos los aparatos eléctricos que no estemos usando (radio, televisor, computadora, ventiladores, etc). Es mejor desconectarlos completamente.
Nosotros podemos ayudar a la tierra siguiendo estos consejos. Esto va a llevar a un cambio de vida, una vida diferente, pero más sana para todos. Si deseamos un futuro mejor para nuestro planeta, tenemos que volver a respetar la naturaleza.

“La hora del planeta”

El pasado 28 de marzo más de 3000 ciudades de 84 países del mundo apagaron la luz durante una hora. 1000 millones de personas de todos lados participaron de esta campaña global organizada por la World Wildlife Found (WWF) para defender el medio ambiente. Se comprometieron a apagar las luces de sus casas y trabajos, y los gobiernos apagaron las luces de los edificios más importantes para ahorrar energía eléctrica. Fue una campaña para llamar la atención sobre los efectos del calentamiento global. La “hora del planeta” también pasó por nuestro país: solamente en Buenos Aires, durante una hora estuvieron apagadas las luces de la Pirámide de Mayo, del Obelisco y de otros monumentos. Así, nuestra ciudad se sumó a la iniciativa ecológica mundial.

A. Casal

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