martes, 8 de marzo de 2011

Personajes de nuestra historia: Juana Azurduy





Juana Azurduy fue una protagonista importantísima en las luchas por la independencia en el Virreinato de Río de la Plata, cuando los españoles gobernaban nuestras tierras. La patriota luchó incansablemente junto a su esposo Manuel Ascencio Padilla en la zona del Alto Perú (hoy Bolivia) y perdió varios hijos en batalla.

Nacida en 1781 en Chuquisaca, ciudad que hoy es conocida como Sucre, en Bolivia, Juana Azurduy fue comandante de tropas en las fuerzas patriotas. Hablaba el castellano y quechua, un idioma aborigen. Sus padres fueron un hombre de familia española y una madre indígena. En Toroca Juana aprendió, junto a su padre, a andar a caballo y a amar la vida libre del campo. Se educó en el prestigioso Convento de Santa Teresa de Chuquisaca, con la intención Teresa de domar las ideas de una vida aventurera con las que soñaba Juana. Pero el silencio, la limpieza y la disciplina, los rezos y oraciones de cada mañana no evitaron que Juana cuestionara la utilidad de la vida religiosa y el apoyo de la Iglesia a los poderosos, por lo que volvió a su casa con sus ideas más revolucionarias.

El amor la llevó a unir su vida a la del comandante Manuel Asencio Padilla. Juana tenía 25 años y Manuel 30 cuando se casaron. Juntos defendieron a sangre y fuego el avance de los españoles en la zona del actual país de Bolivia. En estos combates, los Padilla perdieron todo: su casa, su tierra, sus cosechas y ganados y sus hijos en medio de la lucha. Juana vio morir a sus cuatro hijos y combatió embarazada de su quinta hija. Los Padilla se quedaron con su dignidad, su coraje y la energía de hacer la revolución.

Por eso, cuando estaban en la más absoluta miseria y un jefe español intentó sobornar a su marido, Juana le contestó enfurecida: “La propuesta de dinero y otros intereses sólo debería hacerse a los infames que pelean por su esclavitud, más no a los que defendían su dulce libertad, como él lo haría a sangre y fuego”.

En 1813, Juana y Manuel lucharon bajo las órdenes del General Belgrano. Juana fue una estrecha colaboradora de Güemes y por su coraje fue nombrada Teniente Coronel con el uso de uniforme, según un decreto firmado por el Director Supremo Pueyrredón en agosto de 1816. El general Manuel Belgrano le entregó el sable correspondiente.

Unos meses después, en la batalla de Viloma, Juana Azurduy fue herida por los españoles. Su marido fue a rescatarla y logró liberarla, pero fue herido de muerte. Era el 14 de noviembre de 1816. Manuel falleció y Juana se quedó sin su compañero y el Alto Perú sin uno de sus jefes más valientes y brillantes.

Tras la muerte de su esposo Juana fue comandante de las guerrillas en la Republiqueta de La Laguna, y hasta hoy su memoria es honrada en la Argentina y en Bolivia. Luego pasó muchos años en Salta. Finalmente murió en Chuquisaca el 25 de mayo de 1862.


Homenajes

El personaje de Juana Azurduy fue tan importante en la historia de la región que tuvo muchos homenajes. Por ejemplo, una cueca norteña (una canción) escrita por el historiador Félix Luna y musicalizada por Ariel Ramírez honra su historia y la llama "la flor del Alto Perú".

En Tartagal, Salta, en el norte de Argentina, el Ejército Argentino ha nombrado al Regimiento de Infantería de Monte Nº 28, como Generala Juana Azurduy.

En la provincia argentina del Chaco hay una ruta llamada "Ruta Juana Azurduy" que nace en la ruta Nº 95, pasa por el bosque chaqueño y llega hasta el límite con la provincia de Salta, donde la ruta sigue pero con el nombre de ruta Nº 52.

En la Casa Rosada de Argentina una imagen de Juana Azurduy decora el "Salón de las Mujeres" en la sede del gobierno argentino. El 14 de julio de 2009, la presidenta argentina Cristina Fernández ascendió post-mortem (después de la muerte) a Juana Azurduy, del grado de Teniente Coronel a General del Ejército Argentino.


Juana Azurduy

(Letra: Féliz Luna - Música: Ariel Ramírez)

Juana Azurduy,

flor del Alto Perú:

no hay otro capitán

más valiente que tú.

Oigo tu voz

más allá de Jujuy

y tu galope audaz,

Doña Juana Azurduy.

Me enamora la patria en agraz,

desvelada, recorro su faz;

el español no pasará

con mujeres tendrá que pelear.

Juana Azurduy,

flor del Alto Perú,

no hay otro capitán

más valiente que tú.

Estribillo

Truena el cañón,

préstame tu fusil

que la revolución

viene oliendo a jazmín.

Tierra del sol

en el Alto Perú,

el eco nombra aún

a Tupac Amaru.

Tierra en armas que se hace mujer,

amazona de la libertad.

Quiero formar

en tu escuadrón

y al clarín de tu voz

atacar.


Fuente:

Graciela Batticuore, Juana Azurduy, en Mujeres Argentinas, Editorial Alfaguara.

Felipe Pigna, Juana Azurduy, flor del Alto Perú, en Los mitos de la historia argentina 2, Planeta. 2005.

www.elhistoriador.com.ar

Video música:



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